El cordero es la primera especie animal, que fue domesticada por el hombre hace unos 9000 años atrás en el Medio Oriente, siendo utilizado en sacrificios religiosos y aprovechando su carne y su lana para el subsistir diario. El cordero es en la actualidad, la mayor fuente de carne que se consume en muchos países. La mayoría de las piezas que se venden en el mercado, corresponden a animales con menos de 300 días de vida y suelen pesar entre 5.5 y los 30 kilos (dependiendo de la edad), pasado este tiempo al animal se le denomina carnero.
En España, se ha creado la Identificación Geográfica Protegida (I.G.P), una certificación avalada por la Comisión Europea, que tiene como objetivo designar la denominación de la carne de cordero cuya producción, transformación y elaboración posee un origen geográfico determinado, y cuya calidad o reputación se debe a dicho lugar. Este sello (I.G.P.) es muy importante en el cordero español, ya que existen diferentes denominaciones de origen como por ejemplo: "Ternasco de Aragón", "Lechazo de Castilla y León", "Corderex de Extremadura", "Cordero Manchego", "Segureño", o el "Cordero de Navarra". Al igual que el pavo, es tradicional prepararlo en estas fechas navideñas, por lo que aquí os dejo una receta para cocinarlo con miel:
Ingredientes:
1 lomo de cordero
4 ó 5 dientes de ajo
2 cebollas
Unas hebras de azafrán
1 vasito de vinagre de vino
150 g. de miel de romero (o la miel que tengáis y unas ramitas de romero fresco)
2 hojas de laurel
1 vaso de vino blanco
Sal y pimienta blanca molida
Aceite de oliva
Preparación:
Precalentamos el horno a 200ºC. En una cazuela grande (que luego nos valga para el horno), rehogamos el ajo y la cebolla picados con sal, ponemos el cordero salpimentado y sellamos por todos los lados. Incorporamos el laurel, el vino y el azafrán, cocinamos a fuego bajo hasta que nos reduzca un poco el líquido. Metemos la cazuela al horno y le bajamos la temperatura a 180ºC. Horneamos unos 30 minutos, regando de vez en cuando con la salsa y a mitad de tiempo le damos la vuelta. Si la salsa reduce demasiado, echamos un poco de agua caliente o caldo de carne, y si vemos que la carne nos toma demasiado color y aún no está hecha, la tapamos con papel de aluminio.
En un cacillo al fuego, mezclamos la miel y el vinagre y damos un hervor. Cuando el cordero esté en su punto, lo rociamos con esta salsa y metemos al horno durante 5 minutos más. Servimos el cordero en lonchas con guarnición de verduras asadas, patatas fritas… y un poco del jugo de cocción por encima.
¡Bon appetit!
Por Marian Otero
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